sábado, abril 14, 2007

el valor de la carne

el último post de mi amigo malarrabia http://gafasnuevas.blogspot.com/ dice mucho de los ultimos acontecimientos sucedidos a los asiduos a este blog. para los que les da flojera leerlo, éste narra cómo se solucionó el problema de créditos de los no garduados del que yo hablo líneas abajo. malarrabia describe de manera excelsa el clima de tensión previo a la buena noticia: nos vamos a poder graduar a pesar de dejar más de 10 crédiutos obligatorios este año. a todos nos importaron, sobre todos las primeras 5 palabras del decreto.
a muchos se les ha nivelado la presión arterial después de la noticia, yo me ahorré una llamada a mi casa con malas nuevas. abrazos, besos, alegría, diversión, felicidad, kikiriki, paz, amistad y el festejo a lo dinho de mi hermano chávez. pero todos nos olvidamos de quien luchó por que las noticias sean buenas para todos mientras los demás sólo nos dedicábamos a llenarnos la boca de maldecires y a reclamar entredientes.
juan carlos CARNEro, el pata que se sienta en las primeras filas, con quien ingresé a la universidad en el 2003, a quien le presté mi terno para la graduación de su china (que se fue a china), compañero de largas horas en clases (porque nunca banquea este maldito), fanático de matsuo basho y de los secretos archivos que comparte con moto; este post esta dedicado a ti.

miércoles, abril 04, 2007

fascinante pero cruel

"...¡jajajajaja!, estoy seguro que mi mamá va a moquear horrible en diciembre cuando me gradúe...",

yo sabía que al decirle esto último a mi amigo alex peric debí decir también "diciembre del 2007", grave error y ahora les voy a contar por qué:

la historia comenzó a finales de mi quinto ciclo en la universidad. tenía como background el haber sido un alumno sobresaliente en estudios generales (cuando los cursos sólo eran una extensión de lo que me enseñaban en el colegio) no había jalado nada, ¡nada! y eso que ya era asiduo a las bancas y la pensión yapur era punto fijo para las borracheras. lo que sucedió fue simplemente que me retiré de un curso, todos decían que era un maricón, muchos de ellos lo jalaron, pero nadie podía predecir lo que, años más tarde, ese jalado multitudinal produciría en todos.

casi dos años pasaron, mucha banca, mucho alcohol en el mega y carcajadas por borbotones. todo era alegría y felicidad hasta que william linares se dio cuenta que ¡oh sorpresa!, todos los que jalamos radio no nos ibamos a poder graduar porque la cantidad de créditos que adeudaríamos a final de año supera los 10 permitidos. el chino despidió un ruidoso ¡veeeeeeeeee!, la palas quedó en shock en una banca por 2 horas y la carne sufrió un leve infarto, otros de los agravados fueron:

-los que jalaron y el que se retiró de el curso de lenguaje radiofónico en el ciclo 2005-I, ellos no se podrán graduar en diciembre de este año. y no son pocos.

-los que sí se gradúan este año, ellos tendrán que hacer una fiesta más grande, y por lo tanto, más cara para poder invitar los que se quedaron.

-la facultad de comunicación, ésta será testigo de ver salir a la promoción más pequeña de su historia.

-los padres de algunos de los mencionados en el primer guión, ellos sufrirán de desbalances psicológicos, ataques de violencia, preinfartos y descensos en sus cuentas bancarias.

-aquellas personas que iban a ser invitadas también por los mencionados en el primer guión, ellos se quedarán sin juerga de comunicación o tendrán que buscar a alguien que los invite.

señor lector, usted seguro se preguntará cómo puede ser este enorme grupo de gente tan imbécil como para no haberse dado cuenta hace dos años de su desgracia actual. la respuesta es así de simple:

cuando los mentados ingresaron a la universidad, su currícula señalaba que los cursos que dejarían pendientes para el próximo año (producción radiofónica o radio 3 y producción televisiva o tele 3) sumaban 10 créditos (¡ideal, todos nos graduamos!), pero luego ¡oh sorpresa! aumentaron, cada uno 2 créditos (o sea, podrás disfrutar de otros 3 días de mass media, amixer).



con lo que respecta a mí, tendré que confesar mi situación de hijo irresponsable, vago, ebrio y bancadicto ante mis verdugos padres. ojalá sean comprensivos cuando les diga la verdad: que yo y niguno de mis compañeros somos los únicos culpables de este desastre.


...ya viene el Pacazo Resentido...