jueves, setiembre 22, 2005

Camina, hoy no hay combi

El único mototaxista capturado en esta esquina de la avenida Ramón Mugica recibió una golpiza eterna. En la otra cuadra, los conductores huían por todas partes, tras ellos, varios policías corrían con dificultad sujetando los revólveres que llevan en la cintura. Los encargados de mantener el orden público durante los dos días que duró el paro regional de transportistas en Piura, habían perdido. Sólo un preso entre toda la multitud de bulliciosos. No es difícil saber lo que le espera en la comisaría.

Sus compañeros decían que no tuvo suerte. Claro pues, para ellos él debió seguir pinchando las llantas de cuanto vehículo de transporte público apareciera por las calles de la ciudad. El lunes 19 y martes 20 ninguno de ellos debía trabajar. Debía apoyar a los demás y, por supuesto, me olvidaba, protestar contra el incremento del precio de los hidrocarburos y los pagos del SOAT. Razonable pedido, que duda cabe.

Mala suerte porque sus colegas estaban en otros puntos de la ciudad. Detenían y regalaban golpes a los conductores de motos lineales que se llenaban los bolsillos con monedas extras. Tuvo mala suerte pues. Y lo repetía entre dientes. Él debía estar con ellos. Al menos para seguir la corriente y cerrar más calles.

Dos días de vacaciones forzadas para los que no viajaron a tiempo desde las provincias. Y varios universitarios se perdieron la clase del lunes y la práctica del martes. La Sánchez Cerro lucía relajada. Difícil de creer. Sólo en tiempos de paro.

Y sigue rondando la idea de que los propios transportistas saben que con la paralización ellos también pierden. Esos dos días los conductores y cobradores de combis cambiaron de ruta y manejaron en sentido contrario. A esperar los resultados. Tal vez haga falta algo más. Para la próxima cierren los puentes. Eso les faltó.