domingo, setiembre 18, 2005

Una aterrizada (aunque sea para cargar combustible)

La mudanza involuntaria.
Tu jai fai.
José Baltazar Hebert Jimmy.
El loro de mierda.
El baño del Puente Viejo de día.
Auch, cuánta profundidad temática.

Faltó uno: que nos llega al pincho la realidad. Yo sé que entre ocho personas de un nivel intelectual bastante buenito, y en veintiún días de publicación es imperdonable que lo más cercano a algo que podríamos llamar un tema de realidad nacional o local sea el relato del testigo de un robo descarado a vista y paciencia del público. También parece una calamidad que nos agrupemos simplemente para comentar desenfadadamente nuestras vidas como si le interesaran a alguien más, con lo que truncamos nuestro intento de consolidar una sociedad civil por la falta de trascendencia pública de nuestros actos... ;)

¿Qué se puede comentar o informar sobre nuestra realidad próxima cuando estamos más preocupados en nuestros planes de fin de semana que en enterarnos para qué sirve el bendito referéndum que puede acabar jodiendo a todo el norte salga como salga? ¿Si por pensar en el mundial, las olimpiadas, las redas o los weblogs nos enyucan cualquier huevada en vez de medicinas o acabamos entre la huelga de transportes, la de la policía y la de profesores de la nacional?

Esta parte me gusta: aplicar Frankfurt. En breve, estos tíos decían que era una gran cojudez andar separando fenómenos como la economía o la comunicación para estudiarlos mejor, porque al final todo estaba unido e interrelacionado en un gran fenómeno social. Ejemplos de la influencia mutua de la política, sociología, antropología, filosofía, psicología y cuanta logía se les pueda ocurrir, se explican de alguna forma acá y acá (no estoy para leerme a Benjamin o Adorno estos días). El punto es que este mismo rollo de los blogs puede servir de punto de partida para chequear la realidad, al final todo debería estar relacionado.

Ya vimos la alturada temática de la página de sus servidores. Ninguno de nuestros linkeados (con la excepción de Luján, claro) se dedica precisamente a la información. Nos está llegando cada vez más al pincho hablar de lo que pasa y si lo hacemos nos limitamos a quejamos de ello sin más, como si algo se fuera a arreglar a punta de lloriqueos. Si pasa en nuestros blogs es porque pasa en la cabeza de sus posteadores. Si ellos piensan así, ¿cuántos menos entusiastas por escribir pensarán parecido? ¿Será un reflejo del desencanto de los jóvenes, de nuestras ganas de darle la espalda a los problemas a ver si se arreglan solos?

Es fácil decir que si no eres parte de la solución por lo menos no lo seas del problema, y claro, excusa para huir de la solución y del problema. Yo debo haber escuchado esto antes, ustedes también. Posiblemente todos los que estén enfrentados a esta misma realidad en Piura y el Perú lo han pensado. Tenemos más perreo y más gente metiéndose bombas olímpicas. Todas las marchas y huelgas son de viejos o campesinos. Pocas publicaciones de jóvenes pasan de ser algo más que propaganda de alguna universidad, parroquia, secta o partido.

El problema está en la apatía. Llevo 2 meses sin salir de aquí más que para ir a la u y me jode no saber qué pasa afuera porque no tengo el tiempo para leer un periódico ni salir y verlo por mí mismo, no sé cuándo podré salir a caminar mirar lo que pasa a pocas cuadras de mi casa.