jueves, mayo 31, 2007

Nostalgia de café (debut)

Debo confesarlo: nunca me gustó demasiado ir al Capuccino. primero porque era significado de descalabro económico para mi alicaído bolsillo; segundo, porque me parecía un cubil hormigueante de chismes de la sociedad piurana, con olor a Chanel.

Sin embargo, tengo que reconocer que, además de tener buena cocina, representaba uno de los pocos lugares en los cuales se podía tomar un café y conversar en Piura. Para mi, algo más valioso: fue escenario de las primeras salidas con mi actual enamorada (cuando me interesaba hacerle creer que todos los fines de semana se nos pasarían entre cenas, cine y discoteca).

Esto me lleva a una reflexión: con la reciente desaparición del Capuccino, consumido por un incendio que no dejó palo sobre palo, flirtear en Piura (entre una buena conversación, bocadillos dignos y unas copas), será más caro. Esto porque habrá que visitar con más frecuencia ese restaurant tomado por gringos llamado Tribis, el huachafo L' Ancora (¿así se llama?) y otros points.

Bueno, queda la opción de afanar, o sea lo que hace Humbertongo en Queens, el negro Adrián en el Mega Pub, etc.

Pero eso ya es otra cosa.

Q.E.P.D. Capuccin0, Carburmer, La Santitos, Art Rock y demás.

Post data: por fin, después de tantas promesas incumplidas de invitación de Gallito y las ensaeñanzas de Giovanni "hermano mayor de Morris" La Marca, ya puedo blogear. Ojalá pueda hacerlo con algo de frecuencia y así sentirme parte de este blog de hermanos, de cuya autoría intelectual participé, la cual ahora retomo. Besos.